El consumo de sopaipillas, hamburguesas, completos, papas fritas, pizzas, sandwich, arrollado primavera, empanadas o cualquier alimento cocinado en plena calle, conlleva bastantes riesgos. Destacan la posibilidad de intoxicación por la deficiente higiene en la manipulación y la dudosa calidad nutricional tanto de los ingredientes como de las técnicas de preparación.
Los altos contenidos de grasas saturadas e hidrogenadas -que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y obesidad- y la reutilización constante del mismo aceite a altas temperaturas generan compuestos tóxicos que se asocian con una mayor probabilidad de padecer ciertos tipos de cáncer y acelerar procesos de envejecimiento celular.
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